Cada vez es más frecuente encontrar personas que han
decidido cambiar sus hábitos tradicionales de alimentación para pasarse a un
estilo de vida más acorde con los tiempos modernos, más respetuoso con su
propio organismo y, a la vez, más cuidadoso frente a los peligros que
representan las toxinas, los metales y demás elementos nocivos para la salud
que acompañan a los productos alimenticios de hoy.
El libro sirve para los vegetarianos más extremos,
pues todas sus recetas están desarrolladas pensando en que no haya ningún
alimento de origen animal en ellas, ni siquiera huevo; pero también funciona
para aquellos que quieren comer sano y que no necesariamente son vegetarianos,
pues las recetas incluyen elementos sustitutivos de origen animal que pueden
utilizarse, según la preferencia de quien los va a consumir.
También incluye tablas nutricionales en las que se
explican las propiedades de cada alimento, así el lector aprende de nutrición,
porque ser vegetariano no debe significar estar mal nutrido.
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